Mi equipo y yo hemos profundizado en la investigación sobre la Generación Z y la Generación Alfa para ayudar al líder del Ministerio de Niños y Estudiantes a comprender mejor cómo podemos alcanzarlos mejor con el evangelio. La investigación es aleccionadora.
Los datos muestran que, con cada nueva generación, desde la Generación Silenciosa, pasando por los Baby Boomers, la Generación X y los Millennials, la cantidad de personas que se identifican como cristianas ha disminuido constantemente, y la cantidad de niños que se alejan de la iglesia y de su fe aumenta. Esta investigación, y una respuesta estratégica, se desglosan en nuestro nuevo libro de estrategia ministerial: Cambia el guion, alterando la tradición por el bien de la próxima generación (solo disponible en inglés).
Si continuamos haciendo lo que siempre hemos hecho, nos arriesgamos a perder aún más de los Gens Z y Alpha. Para mí, esa no es una opción aceptable. Nunca debemos comprometer la enseñanza de la sana doctrina y la fidelidad bíblica, pero debemos contextualizar la forma en que nos comunicamos con los niños para que puedan escuchar lo que dice la Biblia.
Los niños de hoy ven el mundo a través de un lente muy diferente al de la mayoría de los líderes adultos. Necesitamos saber lo que están pensando para que podamos señalarles a Jesús de manera más efectiva.
Entonces, ¿qué están pensando los niños? Nuestra investigación ha revelado 10 realidades aleccionadoras que los niños y los líderes estudiantiles deben conocer:
- La idea de que Jesús es el único camino parece intolerante en una cultura políticamente correcta.
- La enseñanza bíblica sobre el género binario se considera fanática e intolerante.
- Hablan de sí mismos como una «marca»
- Se refieren a «tu verdad» y «mi verdad» en lugar de «la verdad».
- Toman decisiones «siguiendo su corazón» o una fuerza interior.
- Celebran a los demás independientemente de su comportamiento.
- Luchan en situaciones en las que se les pide que renuncien a sus propias preferencias o derechos a cambio del bien del grupo.
- No están de acuerdo con la idea de que los humanos son pecadores por naturaleza.
- Elevan la autorrealización y la felicidad personal como el propósito central de la vida.
- Creen que su identidad es algo que necesitan descubrir o determinar por sí mismos, no algo que Dios les haya dado.
¿Entonces, qué podemos hacer? Aquí hay tres respuestas prácticas:
- Involúcralos en las relaciones. El discipulado siempre ocurre en las relaciones. Los niños de hoy no confían en las instituciones, denominaciones o figuras de autoridad en los escenarios, pero escucharán a los líderes que saben que están comprometidos con ellos y se preocupan por ellos. Cada niño en tu iglesia necesita un líder adulto constante que los busque cada semana; un líder que conozca su nombre y sus necesidades y su situación. Como dice el adagio, no les importa lo que sabemos hasta que saben que nos importan. Es cierto.
- Crea un ambiente emocionalmente seguro. Los niños necesitan sentirse emocionalmente seguros antes de poder escuchar lo que les dicen. Necesitamos tomar medidas activas para ayudarlos a sentirse vistos, conocidos, valorados y seguros para que sus ojos, oídos, corazones y mentes puedan estar abiertos para escuchar, entender, creer y recibir las buenas nuevas del evangelio.
- Enséñales quiénes Dios dice que SON. No ganaremos a esta generación llenándoles la cabeza con trivialidades bíblicas, asombrándolos con entretenimiento cristiano o mediante pautas moralistas de comportamiento. Los niños necesitan saber que seguir a Jesús no se trata de lo que saben o lo que hacen (o no hacen); ser cristiano se trata de encontrar una nueva identidad, su VERDADERA IDENTIDAD, en Cristo.
Necesitamos reconocer que esta generación ve el mundo de manera diferente y comprender cómo el lente de la cosmovisión secular en la que viven todos los días afecta su capacidad para comprender las cosas que escuchan en la iglesia. Para ganar a esta generación de niños para Jesús, debemos involucrarlos en nuevas formas que les permitan escuchar y comprender la verdad de la Palabra de Dios en medio del ruido de una cultura secular que suena fuerte en sus oídos.
Para obtener más información, estrategia y aliento, busca Flip the Script, de Chuck Peters, Jana Magruder y Stephanie Salvatore.
Chuck Peters es director de Lifeway Kids. Antes de su papel en Lifeway, Chuck tuvo una carrera prolífica en televisión y producción de videos. Es un productor, director, escritor y talento en pantalla ganador de tres premios Emmy. Chuck, graduado de Columbia Bible College, y su esposa, Cris, han servido en el Ministerio de Niños y Estudiantes durante muchos años.