Como ministros de niños, estamos llamados a servir y atender las necesidades del cuerpo de la iglesia, incluso aquellos con necesidades especiales. No importa la capacidad que tengas en el ministerio de tus hijos, esto es algo a lo que ser sensible y actuar.
Aquí hay seis formas de atender a las familias con niños con necesidades especiales:
1. Ten un corazón dispuesto.
Acércate a estas necesidades con un espíritu de oración y un corazón dispuesto que desea servir a todas las familias que entran por tu puerta. Capacita a tus líderes y voluntarios para que hagan lo mismo. Una vez que se toma esa postura, las familias se sienten bienvenidas y a gusto al decirte lo que necesitan para que su hijo sea bien atendido durante las horas de enseñanza y adoración.
2. Haz pequeñas modificaciones.
Muchos niños con necesidades especiales necesitan pequeñas modificaciones para tener una experiencia cómoda en la iglesia. Las instrucciones visuales y un horario estructurado ayudan a la mayoría de los niños a sentirse a la hora de saber qué esperar a continuación. Esto ayudará a casi todos los niños de sus clases, no solo a aquellos con necesidades especiales. Piensa en tus horarios y haz carteles con fotos para que tus líderes muestren lo que está sucediendo a continuación. Estructura tu hora de enseñanza para que sea más o menos la misma cada semana. Marca los espacios en tus entornos con cinta o puntos coloridos para mostrar dónde quieres que los niños se sienten, se paren o caminen. Estas son pequeñas modificaciones, pero pueden ayudar a los niños a saber qué hacer, limitando la ansiedad.
3. Proporciona un voluntario adicional.
Para los niños que pueden necesitar atención adicional, proporciona un amigo especial para que se quede con un niño para ayudar con cualquier necesidad adicional que esté más allá de la capacidad de sus maestros y líderes.
4. Piensa en escenarios.
Algunos niños se sienten incómodos al salir del aula o al participar en un entorno de grupo grande. Esto puede ser por varias razones, incluyendo música a todo volumen o mucho movimiento y emoción. Tengan una actividad alternativa para que estos niños hagan durante este tiempo y reúnelos rápidamente con el grupo cuando se sientan cómodos.
5. Manten una comunicación abierta con los padres y cuidadores.
Si las familias saben que tu corazón es proporcionar una experiencia inclusiva a sus hijos, estarán más dispuestas a compartir detalles sobre lo que su hijo necesita. Esto empieza contigo. Comunica al cuerpo de tu iglesia que estás dispuesto a proporcionar un entorno que incluya a todos los niños y que harás todo lo posible para servir y acomodar a aquellos con necesidades especiales.
6. Amor en estas familias.
Recuerda que el estrés de criar a los niños que tienen necesidades especiales es abrumador en los matrimonios y la vida en el hogar. Ellos, más que nadie, necesitan tiempo para adorar y saber que sus hijos están siendo atendidos y enseñados sobre el amor de Jesús. Haz lo que puedas y prioriza este servicio en tu ministerio.