Por Alyssa Jones
Recientemente, mi esposo y yo llevamos a nuestros hijos a pedir dulces. Nuestro esqueleto de 7 años, el hada-princesa de 5 años y la vaca de 1 año corrieron de vecino en vecino para recoger sus dulces favoritos (Snickers, Skittles y suckers, respectivamente). Y casa tras casa, me encontré gritándoles mientras descendían de cada porche: «¡Di gracias!».
¿Por qué es tan difícil recordar dar las «gracias»? Ya sea que se trate de un sentido de derecho o de un olvido general, no somos tan agradecidos como deberíamos ser. Enseñar a nuestros hijos a ser agradecidos no es una lección dada en un momento dado. El agradecimiento es una actitud, una postura correcta hacia Dios y los demás, reconociendo que todo lo bueno es, en última instancia, un regalo del Señor.
Practicamos el dar gracias en familia porque sin práctica, nos olvidaríamos. Comenzaríamos a creer que merecemos aquello por lo que trabajamos duro o que el mundo existe para servirnos. Podemos alentar a nuestros hijos a practicar el agradecimiento en intercambios diarios («Gracias por guardar tus zapatos, amigo», «Gracias por el abrazo», «Gracias por pasar tiempo conmigo hoy») o en la oración, antes de las comidas y a la hora de acostarse.
A medida que se acerca el Día de Acción de Gracias, encuentra tiempo para practicar el agradecimiento de manera explícitamente intencional. Prueba esta sencilla manualidad.
Suministros: papel de construcción (marrón, rojo, naranja, amarillo), tijeras, barra de pegamento, marcadores.
- Proporciona un pedazo de papel de construcción marrón a cada miembro de la familia. Guía a cada persona para que coloque la mano plana sobre el papel con los dedos separados. Traza la mano para hacer un árbol. Extiende el contorno más allá de la muñeca como un tronco de árbol.
- Los miembros de la familia pueden optar por recortar el contorno de su árbol. Distribuye papel rojo, naranja y amarillo para que los niños recorten formas de hojas. Las hojas pueden ser óvalos simples u ornamentales como las hojas de arce.
- Deja que cada miembro de la familia elija varias hojas de varios colores. Para cada hoja, anímalos a escribir o dibujar algo por lo que estén agradecidos. Indícales que usen barras de pegamento para unir las hojas a sus árboles.
- Invita a los miembros de la familia a turnarse para compartir lo que hay en su árbol de agradecimiento.
Abre tu Biblia en el Salmo 107:1. Lee el versículo en voz alta o, si tu hijo puede leer, anímalo a leer el versículo en voz alta.
Guía a tu familia en un tiempo de oración:
Padre Dios, venimos a ti con corazones agradecidos. Año tras año, tú nos eres fiel. Nos das buenos regalos, mucho más de lo que merecemos. Sobre todo, Señor, estamos agradecidos por ti. Nos amas tanto que enviaste a tu Hijo, Jesús, para salvarnos de nuestros pecados. Gracias por darnos la bienvenida a tu familia. Nos entregamos a ti. Oramos todo esto en el nombre de Jesús. Amén.
Alyssa Jones adora y sirve con su esposo en Refuge Franklin, una iglesia plantada en las afueras de Nashville, Tennessee. Ellos tienen tres hijos.