Cuando se guarda la última manualidad, se desmontan las decoraciones y se barren las últimas migas del refrigerio, puede parecer que la EBV ha terminado. Pero aún queda un paso muy importante: reportar tus números.
Tal vez parezca solo una tarea administrativa más, pero enviar el reporte de tu EBV es en realidad una parte clave del impacto de tu ministerio. Aquí te explicamos por qué:
📖 Cuenta la historia detrás de la diversión
Tus números cuentan una historia.
¿Cuántos niños asistieron? ¿Cuántos voluntarios sirvieron? ¿Cuántos niños tomaron decisiones por Cristo?
Estos datos te ayudan a reflexionar sobre todo lo que Dios hizo durante la semana y le dan a tu iglesia una imagen clara del fruto espiritual.
🙌 Honra a tus voluntarios
Reportar los resultados permite que los voluntarios vean el impacto de su servicio.
Ya sea que fueron 150 niños aprendiendo de Jesús o 3 niños tomando una decisión de fe, tu equipo merece saber lo que Dios hizo a través de ellos.
📅 Ayuda a planificar el próximo año
¿Tu clase de preescolares estuvo a reventar? ¿Se acabaron los refrigerios al tercer día?
Registrar asistencia, tamaño de grupos y número de voluntarios te ayudará a planificar mejor para que tu próxima EBV sea aún más efectiva.
🌍 Contribuye a la visión general de la iglesia
Muchas iglesias comparten sus reportes con su denominación o red ministerial.
Estos datos, reunidos a nivel nacional, permiten comprender tendencias, necesidades de recursos y el alcance del evangelio.
Cuando tú reportas tus números, estás sumando la voz de tu iglesia a una historia mucho más grande.
🎉 Es una forma de celebrar lo que Dios ha hecho
En última instancia, reportar los números de tu EBV es decir:
“Mira lo que Dios hizo aquí.”
Es un testimonio de Su fidelidad y un recordatorio de que cada niño, cada voluntario y cada momento contaron.
✅ No te saltes este último paso
Antes de pasar a lo siguiente, tómate unos minutos para informar los resultados de tu EBV.
¡Es más que un formulario, es una forma de honrar, reflexionar y celebrar!
