Por Jon Eckert
“Las personas somos naturalmente curiosas, pero no somos pensadoras por naturaleza y evitamos pensar a no ser que las condiciones cognitivas sean las adecuadas”. Esta es la confusa conclusión de Dan Willingham, un científico cognitivo de la universidad de Virginia. La mente es sorprendentemente buena para controlar las cosas en las que no tenemos que pensar una vez que las hemos aprendido. La mente también es curiosa acerca de los problemas que cree que puede resolver, pero evita las cosas que cree que puedan ser demasiado difíciles de resolver.
Dan continúa diciendo que: “La memoria es el residuo del pensamiento”. Al combinar estas dos conclusiones, entendemos que esto crea circunstancias desafiantes para los profesores y padres que quieren que sus hijos aprendan.
¿Cómo podemos aprovechar la curiosidad que fomente el pensar? Aquí hay tres ideas.
Jugar juegos
Tenemos muchos juegos buenos que fomentan la curiosidad y el pensamiento en nuestros niños. Algunos ejemplos son: Bananagrams® que desarrolla la ortografía y el vocabulario, Rummikub® que desarrolla el pensamiento matemático, Quirkle® que desarrolla el razonamiento estratégico.
Intente las matemáticas recreativas
Diviértase ideando problemas matemáticos de actividades del diario vivir. Los niños pueden calcular totales de compra en una tienda o adivinar la cantidad de monedas en un bolsillo. Si tratamos las matemáticas como una curiosidad y como algo para descubrir, podemos ayudar a desarrollar las actitudes y mentes matemáticas de nuestros niños.
Leer
Como modelos, necesitamos leer. Podemos demostrar amor por la lectura al leer solos o con ellos. Podemos hablar con nuestros niños acerca de lo que estamos leyendo, cualquier cosa que los haga pensar.
Las Escrituras nos dicen que Dios continúa dando forma y moldeando nuestras mentes. “Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8).
Jon Eckert, Ed. D., es un profesor asociado en Wheaton College, ex maestro de la escuela elemental e intermedia y también es padre. Él disfruta jugar basketball y pasar tanto tiempo como le sea posible con su esposa e hijos.