¡Estos consejos ayudarán a cualquier maestro principiante a enseñar como un experto!
- Planifica y Prepárate
La mejor lección es una lección preparada. Sin importar el plan de estudios que uses, necesitará preparación. Desarrollar el hábito de planificar con anticipación evitará el estrés de última hora los sábados por la noche o los domingos por la mañana.
• Comienza a preparar la lección temprano en la semana y avanza poco a poco cada día.
• Revisa el contenido bíblico con anticipación para permitir que Dios refuerce las verdades bíblicas en tu vida a lo largo de la semana.
• Consulta los materiales que necesitarás y asegúrate de tenerlos listos mientras realizas tus actividades diarias.
- Llega Temprano
Una buena regla general es estar en el aula 15 minutos antes de la hora programada. Llegar temprano te permite tomar un respiro, preparar el espacio y recibir a los niños con una sonrisa. Recuerda: quien llega primero al aula, gana. ¡Asegúrate de ser tú!
- Empieza a Enseñar en Cuanto Llegue el Primer Niño
¡No desperdicies ni un minuto! Prepárate para comenzar en cuanto llegue el primer niño. Muchos currículos incluyen actividades para los primeros en llegar. Si la tuya no, considera juegos y actividades de destrezas bíblicas para mantenerlos ocupados mientras llegan los demás o mientras esperan a sus padres al final de la clase.
Evita que los niños esperen sin hacer nada. Prepara actividades que puedan iniciar con un niño y agregar a los demás conforme lleguen. Si los niños permanecen inactivos demasiado tiempo, encontrarán algo que hacer por su cuenta, y probablemente no será algo que refuerce las verdades bíblicas.
- Construye Relaciones
Es un dicho antiguo pero cierto: “A los niños no les importa cuánto sabes hasta que saben cuánto te importan.” La mejor manera de demostrar que te importan es construyendo relaciones con ellos y sus familias.
• Diseña una estrategia para conocer a los niños y sus familias.
• Aprende sobre sus edades, intereses, tendencias que los influyen y sus gustos personales.
• Conoce sus familias, escuelas, deportes y pasatiempos, y usa esa información para fortalecer la relación.
• No olvides a los padres. No se trata solo de un encuentro dominical. Habla con ellos, encuentra oportunidades para apoyarlos y ayúdalos a ser los líderes espirituales en la vida de sus hijos.
- Proporciona un Entorno Seguro y Protegido
Familiarízate con las políticas y procedimientos de seguridad de tu iglesia y cúmplelos con intención. Siempre debe haber dos adultos presentes en el aula cuando haya menores de 18 años. Haz todo lo posible por proteger a los niños, a ti mismo, a la iglesia y al Reino de Dios.
A menudo, los maestros no cumplen nuestras expectativas porque no saben qué esperamos de ellos. Comparte, capacita, equipa y provee recursos tanto a los nuevos como a los maestros con experiencia.
Bill Emeott es Especialista Principal en Ministerio para Lifeway Kids. Se graduó de Mercer University y del New Orleans Baptist Theological Seminary. Ha servido como Ministro de Niños y actualmente enseña estudio bíblico a niños de segundo grado.