Por: Émilee Speier
Como líderes del ministerio de niños, tenemos el llamado de ministrar a los niños. Sin embargo, a medida que nos ocupamos en planificar lecciones y dirigir grupos, es muy fácil pasar por alto o ignorar a los niños que más nos necesitan. Especialmente después de la temporada de la EBV en pleno apogeo, es importante que recordemos que muchos de los niños con los que interactuamos están sufriendo mucho y necesitan desesperadamente el amor de Dios.